Quiénes Somos

Empecé a jugar al ajedrez con 7 años y desde ese momento, el juego me enamoró. Lo que al principio era solamente un juego, a los 10 años se empezó a convertir en una profesión. Campeonatos de España, Mundiales, torneos internacionales por todo el mundo… Siempre he tenido la suerte de dedicarme a lo que más me gustaba.

A los 16 años me convertí en Gran Maestro de ajedrez y en ese momento, supe que quería dedicarme al ajedrez de manera profesional. Conseguí quedar subcampeón del Mundo Juvenil, dos veces Campeón de España Absoluto y Campeón Iberoamericano, así como representar a la Selección Española desde el año 2009. Mi ELO máximo fue de 2662, llegando de esta forma al número 88 del mundo.

A partir de 2018, mi carrera ajedrecística tomó un nuevo rumbo. Por algunos problemas de salud no pude rendir de la mejor manera posible hasta 2020 y en ese año, con la pandemia, tuve que limitar mi práctica ajedrecística al máximo. Pero como se suele decir, unos caminos se cierran y otros se abren.

Desde 2015 a 2019 estudié en la Academia Nacional del Deporte en Sofia, Bulgaria. Mis estudios literalmente se llamaban Entrenador Deportivo: Especialidad en ajedrez. Además, cursé a la vez gestión deportiva. Estos estudios se volvieron fundamentales para mi futuro.

Con la llegada de la pandemia, mi labor como entrenador se convirtió en mi tarea principal. Desde el mismo comienzo, empecé a utilizar todo el conocimiento adquirido durante mi carrera ajedrecística y mis estudios universitarios con mis alumnos. Los resultados no se hicieron esperar. Trabajaba tanto con jugadores de 1000 de ELO como con jugadores de +2700, siempre consiguiendo sacar el máximo potencial de mis alumnos.

Por esa razón, a principios de 2021, me surgió la idea: ¿y si creo una academia?¿y si puedo compartir todos mis conocimientos con muchas más personas y ayudarles a mejorar? Muchas personas llegaban a mí perdidas. Les encanta el ajedrez, quieren jugar mejor, pero no saben como hacerlo. Quería darle una solución a todas esas personas.

Empezamos en Diciembre de 2021 y en nuestra academia tenemos a más de 2000 personas y más de 100 reciben clases de manera semanal para mejorar su nivel.

En este proyecto, soy la guía y la persona que supervisa que todo funcione de manera que todos nuestros estudiantes puedan mejorar, pero como podéis imaginar, todo esto no lo puedo hacer solo… Es por eso que me he rodeado de un equipo increíble para que la Academia sea lo que es ahora.

El proyecto empieza a funcionar y en un curso de marca personal que realicé con Rubén Martín, él nos comentó: Para cualquier proyecto que creéis, hay dos personas fundamentales: el Project Manager y el Community Manager. Esas personas se me grabaron a fuego y me puse a trabajar. Así conocí a Cristina.

A Cristina la conocí de casualidad. Cristina estaba empezando su carrera como Project Manager y tenía ganas de colaborar con un proyecto innovador. ¿Persona con falta de experiencia? Qué va. Si me pongo a escribir su curriculum necesitaré crear una web nueva para poner todo lo que ha hecho… Para resumir, sólo diré que ha trabajado en varias multinacionales y tiene una tremenda experiencia sobre cómo funcionan los procesos en cualquier tipo de empresa. Por citar algunas de sus aventuras, Cristina ha auditado las cuentas de empresas del IBEX 35, gestionado equipos de diversas nacionalidades y proyectos que implican la colaboración de diversos departamentos… es como la pieza invisible que hace que los proyectos lleven el curso adecuado. Siempre pivotando, siempre al pie del cañón.

Desde la primera llamada, nos quedó claro que nos iba a encantar trabajar juntos. Tenemos puntos de vista similares y diferentes al mismo tiempo. Los dos queríamos trabajar en un proyecto que marcara la diferencia y eso hemos estado haciendo, sin prisa pero sin pausa.

En Febrero de 2021 empezamos a trabajar y hacer muchas pruebas, pensando que es lo que podría funcionar y que no. Hemos intentado todo, nos hemos dado palos (llegamos a crear un curso piloto en el que prácticamente nadie se apuntó) y pasito a pasito, muro a muro, fuimos diseñando la Academia que tenemos ahora. Hemos fallado, pero hemos progresado.

Gracias a ella, tenemos una visión de la empresa desde arriba: quienes somos, donde estamos y donde nos queremos dirigir. Gracias a su experiencia en la empresa, vemos con anterioridad muchos de los problemas que nos pueden surgir y podemos encontrar soluciones antes de que los problemas sucedan.

Estamos a punto de empezar con la academia y no sabíamos muy bien qué plataforma utilizar. Entonces pregunté a David Gómez (ver después) si conocía a alguien que dominara Discord. David me dice: Tengo un compañero de colegio que domina mucho de Discord, debes hablar con él. Dos horas más tarde ya estaba hablando con Iago.

Estábamos conversando y después de media hora, me pregunto: ¿cómo es posible que este tío sepa tanto de tantas cosas distintas? Al parecer, había trabajado en un proyecto de Discord similar que por desgracia no había visto la luz, pero tenía el know-how necesario para Chess Excelsior. A cada pregunta que le hacía, me daba cuenta de todo lo que sabía. Sin duda, era la persona adecuada para el puesto de Community Manager.

Pero Iago no es solo eso. Es la persona que mantiene la academia. Gracias a él, los demás mentores nos podemos centrar en el aspecto técnico de la academia. Los mentores os enseñamos a mejorar vuestro ajedrez, Iago nos crea el entorno para que eso sea posible.

En un momento veréis que en la comunidad alguien dice “Iago es supersónico”. Puede que no te conteste al momento, pero tendrá en cuenta tu mensaje y cuando pueda, te contestará. Nada se le escapa a Iago, si estás en su radar, te ayudará con lo que necesites.

Manuel me conoce desde que yo era un crío. Desde los 7 años me encargué de molestarle la adolescencia con mi comportamiento, pero por suerte ya se le ha quitado el enfado.

Entre sus logros como jugador cabe destacar que fue 2 veces campeón autonómico en las categorías Sub-14 y Sub-18, Capitán de la Selección gallega Sub-16, 2 veces campeón del Torneo Internacional Peón de Oro Sub-16 y Sub-20 (en este último participaban Iván Salgado y David Lariño) y también decir que fue el primer ourensano en participar en un campeonato del mundo, el mundial sub-16 disputado en Oropesa de Mar en 1998.

Durante años estuvo alejado del ajedrez y trabajó mucho tiempo en la hostelería (en uno de los mejores restaurantes que hemos tenido en la ciudad).

Un día, después de muchos años, me lo encuentro por Ourense y me comenta que está pensando en dejar la hostelería y que llevaba un tiempo mirando mucho ajedrez, que tenía muchas ideas y que le parecía que algunas cosas no se hacían bien. En ese momento, no tenía mi equipo formado, así que nos tomamos un café en el Miudiño (si pasas por Ourense, ya sabes a dónde ir).

En esa charla hablamos muchísimo de ajedrez. En realidad, él hablaba, tenía mucho interés en saber lo que pensaba él. Creo que sé como hacer las cosas, pero también soy consciente de que no lo sé todo y me gusta escuchar a los demás.

Me di cuenta de que tenía las ideas muy claras y en muchos aspectos, había llegado a las mismas conclusiones que había llegado yo. Por lo tanto, era la persona ideal para el puesto.

Pero hay más… En esa conversación, me di cuenta de que todo lo que hacía, lo había hecho porque si su hijo Brais aprendía a jugar al ajedrez, quería que lo hiciera bien. ¿Se os ocurre alguna persona mejor para ser mentor de los niveles Casual e Intermedio? A mí no.

Lleva trabajando todo el año, creando muchísimo material y consiguiendo que muchos de sus alumnos suban hasta 300 puntos en un año. Si quieres llegar a 1800, Manu es tu hombre.

Recuerdo con cariño aquel día en el que nuestro abuelo Antonio nos enseñó a jugar ajedrez. Fue una experiencia que quedó grabada en mi memoria, y también en la de Manu. Ese mismo día, tras apenas haber aprendido los movimientos de las piezas hacía apenas cinco minutos, tuve la oportunidad de enfrentarme a Manu en una serie de partidas. Para mi sorpresa, en cada una de esas partidas logré darle jaque mate en tan solo cuatro movimientos.

Fueron seis partidas consecutivas en las que la victoria fue mía. La expresión de frustración en el rostro de Manu no se hizo esperar, pero yo estaba encantado con mi éxito. El mate que utilicé para ganar es lo que se conoce como el «mate del pastor», que, curiosamente, fueron las cuatro primeras jugadas que hice en mi vida ajedrecística. Puedo imaginar la mirada de orgullo y la sonrisa de satisfacción en el rostro de nuestro abuelo Antonio en ese momento. Creo que él ya intuía que nos estaba introduciendo en una afición que disfrutaríamos toda nuestra vida.

Nos apuntaron al día siguiente en clases de ajedrez en el Liceo Ourensano con Clemente, del que tenemos gran recuerdo, y al poco terminamos en el club «Casa da Xuventude» donde, gracias a Manolo, creo que llevaba 8 meses jugando y me llevaron a mi primer campeonato de España por categorías representando a Galicia en el que quedé séptimo perdiendo la última.

A los dos se nos daba bien y nos gustaba, empezamos a jugar la liga, a ganar provinciales, nos empezaron a llevar a concentraciones de entrenamiento, a la selección gallega por equipos, a la cual siendo infantil, me mandaron representando a Galicia, con mi hermano como capitán de la selección, al campeonato de España por equipos cadete, del que sólo recuerdo dejarme una dama y llorar como una magdalena. Al año siguiente gané el campeonato gallego cadete y el peón de oro y al siguiente, gané una medalla de oro como mejor tablero en un campeonato de España por equipos sub-16.

Empezamos a jugar torneos internacionales del circuito, y a hacer buenas actuaciones, ganarle a maestros de vez en cuando, pero llegó un momento en el que terminamos jugado solamente la liga y pocas cosas más, no nos desvinculamos del ajedrez pero ya no le dedicábamos casi tiempo a entrenar o jugar. A los dos o tres años Manolo nos propuso dar clases de ajedrez en colegios y en el club, lo cual hicimos mucho tiempo y fue una de las cosas por las que hice educación infantil.